Echa las verduras y los tomates secos en una olla con un poquito de agua o aceite y saltéalos a fuego medio-alto durante unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando. Añade más agua o aceite si es necesario.
Echa el resto de ingredientes, remueve y cocina a fuego alto hasta que rompa a hervir, luego baja a fuego medio-alto y cocina hasta que la pasta esté hecha (unos 10 minutos).
Puedes añadir más o menos caldo o agua en función de lo caldoso que te guste este plato.
Las sobras se pueden guardar en la nevera en un recipiente hermético durante 4 ó 5 días.
Se pueden usar otro tipo de alubias sin problemas, así como otras verduras, hierbas y especias.
Los tomates se pueden comprar ya hidratados en aceite o secos e hidratarlos en agua caliente. Nosotros los dejamos al menos 20 minutos, aunque cuánto más tiempo pase, más blanditos estarán.