En una picadora, robot de cocina o batidora añadimos los dátiles, los arándanos secos, 20 gramos de almendras y las semillas de sésamo. Batimos hasta que todo quede bien triturado.
Echamos la mezcla en un recipiente y añadimos la avena, el ágave y el resto de las almendras troceadas con un cuchillo. Removemos con ayuda de una cuchara hasta que los ingredientes se integren.
Colocamos la pasta sobre papel de hornear (o film transparente), cubrimos con otro papel de hornear y con ayuda de las manos o de un rodillo la estiramos hasta que tenga medio centímetro de grosor. Metemos en la nevera al menos un par de horas, aunque nosotros las tuvimos toda la noche.
Retiramos el papel de hornear y cortamos las barritas dándole la forma que más nos guste.