En 2008 conocí a Alberto, mi marido y la otra mitad de Danza de Fogones. Él es sevillano y ha vivido casi toda su vida en Sevilla, a excepción de un par de años que pasamos en Málaga y 3 meses que vivimos en Colonia (Alemania) cuando él hacía prácticas allí.
Ese mismo año sufrí una trombosis venosa profunda en mi tobillo izquierdo y eso cambió mi vida para siempre.
Los médicos tardaron mucho en dar con el diagnóstico y para cuando lo hicieron me dijeron que no me recuperaría al 100%, pero con mucha dedicación y esfuerzo lo conseguí.
Investigué todo lo que pude sobre qué cosas podía hacer para sanar, qué deportes me podrían ayudar, qué estilo de vida y qué alimentos. También perdí 9 kilos por recomendación de mi médico y fue cuando incorporé una alimentación saludable a mi día a día.
Durante el período que estuve enferma, pasé muchas horas en casa porque no podía caminar bien y por aquel entonces empezaba el auge de los vídeos de Youtube y los de maquillaje eran mis favoritos.
Como siempre he tenido tendencia a lo natural, empecé a buscar información sobre cosmética natural y fui llegando a blogs alternativos en los que se hablaba de un estilo de vida consciente y más en concreto sobre una alimentación vegetariana o vegana.
En 2012 un familiar sufrió cáncer y leí varios libros relacionados con el tema y de nuevo hacían hincapié en la importancia de seguir una alimentación basada en plantas o con un alto contenido de alimentos de origen vegetal.
Fue la primera vez que me planteé seguir este tipo de alimentación, pero como en ese momento era estudiante y estaba viviendo en casa de mis padres, lo dejé pasar.