Pelamos las patatas, las troceamos en rodajas de medio centímetro de grosor y las hacemos al vapor unos 10 minutos, tienen que estar hechas pero duritas, para que no se rompan. También podéis hacerlas fritas o cocerlas enteras y trocearlas cuando ya estén hechas.
Cortamos las berenjenas en rodajas finitas y las hacemos a la plancha con un chorrito de aceite de oliva. Podéis freírlas si lo preferís, quedarán más jugosas.
Nosotros hemos utilizado unas cazuelitas de barro, pero podéis hacerla en el recipiente que más os guste, en raciones individuales o en una fuente grande para todos. A cada capa le ponemos un poquito de sal y de pimienta porque no le hemos echado durante la cocción.
Ponemos en el fondo las patatas, encima una capa de tomates (crudos) en rodajas del mismo grosor que la patata, las berenjenas, la bechamel al gusto (la nuestra es vegana pero podéis hacer la versión original), orégano y para terminar pan rallado de centeno. Para el pan rallado nosotros hemos rallado un poco de pan de centeno 100% integral que teníamos por casa con un rallador, pero cualquier pan es válido. Para los que queráis una versión vegetariana podéis añadirle queso, aunque os recomendamos que la probéis tal cuál, ¡os sorprenderá!
Con el horno previamente precalentado, metemos nuestras cazuelitas al horno con calor arriba y abajo, sobre una rejilla a media altura, a 200 grados durante unos 5 ó 10 minutos para que se dore un poco, ¡y a disfrutar!