Deja el arroz en remojo la noche anterior o durante al menos 4 horas. Este paso no es imprescindible, pero nos ayuda a eliminar el ácido fítico (que puede robar nutrientes de nuestro cuerpo), hace que el arroz sea más digestivo y que se cocine más rápido.

Echa el arroz y el agua en un cazo y cocina a fuego fuerte hasta que rompa a hervir, entonces baja a fuego medio alto y cocina durante unos 10 minutos removiendo de vez en cuando.

Echa la leche y cocina 20 minutos más. Cuanto más remuevas, más cremoso saldrá.

Fuera del fuego añade la mantequilla y la algarroba. Remueve hasta que estén bien integrados.

Sirve en dos cuencos o boles. Echa una cucharadita de azúcar y un plátano troceado en cada bol.

Para decorar nosotros echamos pistachos y almendras laminadas. Las almendras las tostamos unos minutos en una sartén sin aceite. Este paso es totalmente opcional.