Los crepes de garbanzo son una alternativa sin gluten a los crepes tradicionales y son perfectos para usar rellenos salados. ¡Sólo necesitas 4 ingredientes!
Echa todos los ingredientes en un bol y remueve con ayuda de unas varillas o de un tenedor hasta que estén perfectamente integrados. Si quieres también puedes usar una batidora para que tu mezcla quede perfecta.
Deja reposar la mezcla en la nevera durante 30 minutos.
Si tu sartén no se pega puedes no engrasarla, aunque salvo que sea muy nueva o de mucha calidad, te recomiendo que le eches unas gotitas de aceite y que las extiendas con una servilleta de papel para eliminar el exceso.
Pon la sartén en el fuego y cuando esté caliente, echa ¼ taza ó 4 cucharadas de la masa (esto depende del tamaño de la sartén, la nuestra era de unos 20 cm ó 8 pulgadas). Gira y mueve la sartén hasta que cubra completamente la base.
Cocina a fuego medio o hasta que la masa se oscurezca porque empiece a tostarse y dale la vuelta al crepe con cuidado. Lo ideal es despegarlo un poco por una parte con una espátula y luego cogerlo con los dedos y darle la vuelta, pero si no te apetece achicharrarte, también puedes utilizar la espátula. Si ves que aún no está dorado, deja que se haga un poco más por ese lado.
Dora el crepe por el otro lado y repite el proceso hasta que no quede masa.
Sirve inmediatamente con tus ingredientes preferidos (yo le eché hummus, tomates cherry, aceitunas negras y orégano seco). También puedes guardar los crepes en un recipiente hermético en la nevera durante unos 5 ó 7 días.
Notas
El zumo de limón se puede sustituir por zumo de lima.
No he probado esta receta con otras harinas, así que no sé si saldrá.
Para hacer crepes es importante usar una sartén que esté en buenas condiciones para que no se peguen y sea más fácil hacerlos.
El primer crepe a veces sale mal, no te preocupes, es normal.