Precalienta el horno a 160 ºC o 320 ºC.

Mezcla en un bol la avena, los arándanos secos y las avellanas. Puedes trocear las avellanas o echarlas enteras.

En un cazo echa el agua, el extracto de vainilla (opcional), el aceite de coco, el sirope de arce y la mantequilla de cacahuete. Remueve y cocina a fuego medio hasta que los ingredientes estén completamente integrados pero sin que llegue a hervir.

Echa la mezcla líquida sobre los ingredientes secos y remueve con una cuchara.

Coloca la granola sobre una bandeja de horno con papel de hornear y hornéala durante 25 minutos.

Cuando hayan pasado 10 minutos, saca la bandeja y con ayuda de una cuchara o espátula remueve la granola para que no se pegue demasiado.

Pasados otros 10 minutos vuelve a remover.

Cuando han pasado los 25 minutos saca la bandeja del horno y déjala enfriar. Lo ideal es guardarla en un recipiente hermético a temperatura ambiente en un lugar fresco y seco, y consumirla en 15 días.

Sirve con helado vegano y mermelada por encima.

Echa los arándanos en un cazo junto con el agua, el zumo de limón y el azúcar. Cocina a fuego medio durante unos 30 minutos.

Para que estuviera más espesa, nosotros le echamos un poco de agar agar, pero es opcional.

Cuando la mermelada esté fría guárdala en la nevera en un bote cerrado.