Pela y cuece las zanahorias a fuego medio-alto hasta que estén tiernas. El tiempo puede variar, a nosotros nos tardaron unos 30 minutos, pero para saber cuándo están listas sólo tienes que pincharlas con un tenedor. Cuando estén cocinadas cuélalas y reserva.

Mezcla todos los ingredientes del marinado en un recipiente (tamari, vinagre, agua, sirope, pimentón, ajo en polvo y pimienta), remueve hasta que estén bien integrados. Echa las zanahorias (que han de estar cubiertas completamente por el marinado), cubre (nosotros usamos un recipiente con tapa) y guarda en la nevera durante unas 24 horas.

Al día siguiente, cuela las zanahorias y cocínalas en un grill, parrilla o sartén con un poquito de aceite de oliva virgen extra (opcional) durante unos 5 ó 10 minutos por cada lado o hasta que se doren. Puedes usar el marinado para marinar más zanahorias o añadirlo a cualquier plato que te guste porque está muy rico. Nosotros solemos añadirle un par de cucharadas a las verduras cuando las estamos cocinando a la plancha para darles más sabor.

Para montar el perrito sólo tienes que meter la zanahoria en el pan (se puede usar pan de perrito, pero como no encontramos ninguno que fuera sano utilizamos pan integral) y servir con un poco de ketchup, mostaza, chucrut y cebollino al gusto, aunque puedes echarle lo que te apetezca.

Puedes guardar las zanahorias ya cocinadas en un recipiente hermético en la nevera durante unos 2 ó 3 días, aunque lo ideal es tomarlas recién hechas.