200gde almendras peladas y crudas1 y ⅓ taza, yo uso almendras Marcona
200gde pan3,5 oz, mejor si es del día anterior, troceado
1–2 dientes de ajo
1cucharadita de sal
1litro de agua4 tazas
100mlde aceite de oliva virgen extra⅓ de taza + 1 cucharada
30mlde vinagre2 cucharadas, yo uso vinagre de manzana
Elaboración paso a paso
Echa todos los ingredientes en una batidora y bate hasta que estén completamente integrados.
Deja reposar en la nevera hasta que el ajoblanco esté bien frío.
Sirve con almendras troceadas por encima, aceite de oliva, uvas, melón o pasas (opcional) y acompáñalo con seitán o salchichas veganas.
Guarda las sobras en un recipiente hermético en la nevera por un máximo de 2-3 días.
Notas
Lo ideal es que las almendras sean crudas y estén peladas. Si tu batidora no es muy potente te recomiendo que las dejes en remojo toda la noche; además, así serán más digestivas y la crema quedará con una textura más fina.
Te recomiendo que eches los ajos poco a poco porque tienen un sabor muy intenso y puede que prefieras echar más o menos que yo.
Puedes usar el pan, el vinagre y el aceite no refinado que prefieras.
Si quieres que tu ajoblanco tenga menos sodio, puedes añadir menos sal.
Si te gusta el ajoblanco más denso puedes usar menos agua, y si te gusta más líquido, usar más.
Añade más aceite si quieres que tu ajoblanco esté aún más cremoso.
Cuando esté listo pruébalo para rectificar de sal y vinagre.
A mi me gusta tomar este tipo de platos muy fríos, así que además de echar agua fría, suelo dejarlos un rato en la nevera. Si tienes prisa, puedes echar unos cubitos de hielo.