Lava bien la quinoa hasta que el agua salga transparente. Algunas quinoas ya vienen prelavadas, así que en ese caso este paso no será necesario.
En un cazo echa el agua y cuando rompa a hervir echa la salsa de soja o tamari, remueve y echa la quinoa.
Deja que hierva unos 2 minutos, baja a fuego medio, tapa y cocina durante unos 10 ó 15 minutos (a mí me suele tardar unos 15) o hasta que haya absorbido todo el agua. Si el agua se acaba y la quinoa sigue dura, echa un poco más.
La quinoa está cocinada cuando está al dente (como la pasta) y el grano se vuelve transparente salvo por los bordes.
Para cocinarla normalmente necesitas el doble de líquido que de quinoa (si usas 1 taza de quinoa necesitarás 2 tazas de agua), aunque puede variar en función del tipo de quinoa que utilices.
Para darle más sabor se le pueden echar algunos ingredientes al agua de cocción, como sal marina, salsa de soja o tamari, zumo de limón, vinagre, especias, hierbas, etc.