Pon los anacardos en remojo en agua caliente durante al menos 5 minutos (1 hora es lo ideal) o en agua a temperatura ambiente durante una noche.
Ten preparado un recipiente, preferiblemente de cristal (aunque también puede ser de plástico), o bol que pueda abarcar unas 3 tazas (720 ml).
Cuela los anacardos y añádelos a una batidora potente junto con el resto de ingredientes (agua hirviendo, aceite de coco, almidón de tapioca, levadura nutricional, kappa carragenato, vinagre, sal y ajo en polvo).
Transfiere la mezcla rápidamente al recipiente de cristal o a un bol, refrigéralo y déjalo reposar durante 1-2 horas.
Una vez que la mozzarella vegana haya cuajado, sácala del recipiente/bol y córtalo en rodajas o en tiras.
Empezará a endurecerse rápido, por lo que no esperes mucho.
Usa la mozzarella vegana rallada inmediatamente para cualquier receta que lo requiera. Por ejemplo, en pizzas veganas, platos de pasta, en ensaladas, o en sopas.
Guarda las sobras en un recipiente hermético o una bolsa de zip en la nevera hasta 1 semana o en el congelador hasta 6 meses.
Notas
Yo prefiero usar anacardos crudos y sin sal. Si usas anacardos salados, añade menos sal a la receta.
Yo nunca he hecho esta receta sin usar otros almidones, por lo que no estoy segura de que vaya a funcionar. Si usas otro almidón y queda igualmente bien la receta, ¡no dudes en dejar un comentario!
La levadura nutricional le da a la receta el sabor a queso, por lo que este ingrediente es importante. Si no lo encuentras, puedes usar también levadura de cerveza o incluso sustituir cerveza por agua. Aun así, lo ideal es usar levadura nutricional.
El kappa carragenato hace que el queso adquiera una textura sólida y permite que se derrita y después, vuelva a su estado sólido de nuevo.
Cualquier tipo de sal sirve.
El tiempo de preparación no incluye el tiempo de remojo de los anacardos ni el tiempo de reposo.