Curry de garbanzos, una de mis recetas preferidas de legumbres. Es muy cremoso, fácil de preparar, tiene mucho sabor y está listo en menos unos 30 minutos.
Calienta el aceite en una sartén y añade los ajos, la cebolla y el jengibre. Cocina a fuego medio-alto durante unos 5 ó 10 minutos o hasta que se doren, removiendo de vez en cuando. Si no quieres usar aceite, puede sustituirlo por un poco de agua o caldo de verduras.
Añade las especias (curry, comino, cúrcuma, semillas de cilantro, pimienta y cayena), remueve y cocina 1 ó 2 minutos más.
Añade los garbanzos, la leche de coco, el concentrado de tomate y la sal. Remueve y cocina a fuego medio-alto durante unos 10 minutos.
Retira del fuego y añade el zumo de lima y la cucharada de harina de coco, remueve y deja reposar unos 5 minutos antes de servir.
Sirve inmediatamente (yo le añadí un poco de cilantro fresco troceado por encima). Está muy rico con arroz, pan naan y pan pita. Guarda las sobras en la nevera en un recipiente hermético durante unos 5-7 días.
Notas
Puedes añadir las verduras que quieras.
El jengibre fresco puedes eliminarlo o sustituirlo por jengibre en polvo al gusto.
Si no tienes todas las especias no te preocupes, usa lo que tengas a mano.
Echa la cayena poco a poco para no pasarte. Puedes añadir más o menos cantidad o eliminarla si quieres.
Lo ideal es usar leche de coco casera o de lata, pero no bebida de coco (suele llevar más aditivos y endulzantes en muchas ocasiones).
El concentrado de tomate se podría sustituir por salsa de tomate o incluso por tomates frescos (en ese caso es mejor cocinar el tomate al principio junto con el resto de verduras).
El zumo de lima se puede sustituir por zumo de limón.
La harina de coco sirve para espesar el curry, pero es totalmente opcional.