Echa todos los ingredientes líquidos en un bol (la leche vegetal, el sirope y el extracto de vainilla) y remueve hasta que estén bien integrados. A mi me gusta usar unas varillas, pero no es necesario.
Añade las semillas de chía y remueve de nuevo para que se integren bien. Es importante remover bien para que no queden grumos en el pudding de chia.
Deja reposar el pudin en el bol o en recipientes individuales en la nevera durante al menos 2 horas, mejor toda la noche.
Sirve el chia pudding con tus toppings preferidos (yo le eché mandarinas y arándanos rojos secos troceados).
Guarda las sobras de tu pudding de chia en un recipiente hermético en la nevera durante 4-5 días.
Notas
En esta receta de chia pudding puedes usar el endulzante que quieras, aunque lo ideal es que sea líquido para que se integre bien en la mezcla. También puedes añadir la leche vegetal en una batidora junto con 1 ó 2 dátiles (o los que quieras) y batir hasta que estén bien integrados antes de hacer la receta.
Aún así, la mejor opción para esta receta de pudding de chia es usar leche de coco casera, porque tiene más grasa que otras leches vegetales pero no tanta como la leche de coco enlatada.