Esta crema de castañas casera es una receta muy fácil y perfecta para aprovechar la temporada. Queda suave, dulce y con un sabor increíble, ideal para untar en tostadas, rellenar tartas y bizcochos, añadir a yogures o usar en postres caseros. Además, se conserva muy bien, así que puedes tener un tarro listo en la nevera para disfrutarlo cuando quieras.

La crema de castañas es muy típica en Francia, donde se conoce como crème de marrons, aunque también se prepara en algunas zonas de España donde hay tradición de castañas. Llevo años preparándola en casa y siempre me sorprende lo rica que queda con tan pocos ingredientes. Es una receta casera, reconfortante y perfecta para los meses fríos, y el resultado no tiene nada que ver con la crema de castañas comprada.
Además, es una crema muy versátil. Queda genial sobre crepes, mezclada con yogur, como relleno de tartas y bizcochos o simplemente untada en unas tostadas calentitas. También puedes añadir una cucharada a las gachas de avena o servirla con helado, especialmente el de vainilla. Cuando la pruebes, se te ocurrirán un montón de formas distintas de disfrutarla.
Si te gustan las recetas otoñales y quieres más ideas para aprovechar la fruta y los frutos secos de temporada, también puedes probar mis castañas asadas en el microondas, mi dulce de membrillo o mi compota de manzana. ¡Son todas muy sencillas y te van a encantar!


Crema de castañas
Ingredientes
- 500 g de castañas
- 250 g de azúcar
- 150 ml de agua
- 1 cucharadita de extracto de vainilla, opcional
- 1 pizca de sal, opcional

Instrucciones
- Lava bien las castañas y hazles un corte longitudinal por la mitad de la cáscara con un cuchillo de sierra, asegurándote de atravesar tanto la piel exterior como la interior.
- Pon una olla con abundante agua a hervir, añade las castañas y cuécelas durante unos 20-25 minutos, o hasta que estén tiernas y escúrrelas.
- Pélalas cuando aún estén calientes, retirando también la piel interior. Déjalas enfriar solo lo justo para no quemarte, porque si se enfrían del todo la piel se pega y cuesta mucho más quitarlas.
- Tritúralas con un procesador de alimentos, una batidora o un pasapurés hasta obtener un puré homogéneo. Añade poco a poco un chorrito del agua de cocción (o agua normal) para ajustar la textura. Yo necesité unos 125 ml, pero la cantidad puede variar según lo secas que estén las castañas.
- En un cazo, calienta el agua con el azúcar y la vainilla (si la usas) a fuego medio hasta que el azúcar se disuelva y se forme un almíbar ligero, unos 5 minutos desde que empiece a hervir.
- Añade el puré de castañas y la pizca de sal (si la usas). Mezcla bien con unas varillas para que se integre todo, o usa una espátula o cuchara si no tienes.
- Cocina a fuego medio-bajo durante 15 minutos, removiendo a menudo, hasta que la mezcla espese y tenga una textura cremosa y brillante.
- Retira del fuego, deja enfriar y guarda la crema en un recipiente hermético en la nevera.
Notas
- Guarda las sobras en la nevera en un recipiente hermético durante unos 7-10 días.
- También puedes congelarla en porciones pequeñas durante unos 3 meses. Para descongelarla solo tienes que ponerla en la nevera y dejar que se descongele poco a poco.
- Si al usarla ves que está un poco espesa, añade 1 o 2 cucharaditas de agua caliente y mezcla bien.















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