Prepara boniatos al horno en tan solo 30 minutos. Es una receta fácil, saludable y deliciosa, perfecta como guarnición o para picar.

Los boniatos al horno son ideales como acompañamiento para tus platos favoritos o como un snack rápido y nutritivo. Su sabor dulce y su textura suave los hacen irresistibles para toda la familia.
Son una alternativa deliciosa y saludable a las patatas fritas, además de una opción versátil que puedes preparar fácilmente con pocos ingredientes. ¡Anímate a probarlos y dale un toque diferente a tus comidas!
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Ingredientes para hacer boniatos al horno
- Boniatos. Usa boniatos de piel naranja para un sabor más dulce o morada para un toque más suave. Si no tienes boniatos, puedes sustituirlos por patatas, aunque el sabor será menos dulce.
- Aceite de oliva virgen extra. El virgen extra aporta un sabor más intenso, aunque el aceite de oliva normal es una buena opción si prefieres algo más suave. Ajusta la cantidad a tu gusto o añade menos para una versión más ligera. Puedes usar otros aceites si lo prefieres.
- Especias. El pimentón dulce puede sustituirse por pimentón ahumado o picante. El tomillo seco puede cambiarse por fresco, pero recuerda ajustar la cantidad porque es más intenso. También puedes añadir otras especias que tengas a mano.
Tienes la receta completa con las medidas exactas en la cajita de abajo.
Cómo hacer boniatos al horno
Paso 1. Precalienta el horno a 220ºC (425ºF) y prepara una bandeja. Puedes usar papel de horno para que la limpieza sea más sencilla, pero los boniatos caramelizan mejor directamente sobre la bandeja.
Paso 2. Pela los boniatos, lávalos y córtalos en bastones, como si fueran patatas fritas.
Paso 3. Mezcla los boniatos con el aceite y las especias en un bol hasta que estén bien integrados.
Paso 4. Extiéndelos en la bandeja y hornea 20 minutos si los prefieres blandos o 25 minutos si los quieres más crujientes.
Preguntas frecuentes
Pueden durar entre 3 y 5 días en la nevera si los guardas en un recipiente hermético. Para mantener su sabor y textura, asegúrate de que estén completamente fríos antes de refrigerarlos. Si quieres recalentarlos, puedes usar el horno o una sartén para que vuelvan a estar crujientes.
Sí, puedes congelarlos. Guárdalos en un recipiente hermético o en bolsas de congelación una vez que estén completamente fríos. Duran en el congelador hasta 3 meses. Para recalentarlos, es mejor usar el horno directamente sin descongelar previamente para que recuperen su textura.
Si los boniatos están en la nevera, colócalos en una bandeja de horno y caliéntalos a 200ºC (400ºF) durante 5-10 minutos para que recuperen su textura. También puedes usar una sartén caliente sin aceite, removiendo hasta que estén bien caliente.
Si están congelados, ponlos directamente en el horno a 200ºC (400ºF) durante 15-20 minutos, o hasta que estén bien caliente y crujientes. No es necesario descongelarlos previamente.
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Boniatos al Horno
Ingredientes
- 2 boniatos o batatas, unos 600-700 g
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1 cucharadita de tomillo seco
- ½ cucharadita de sal
- ¼ cucharadita de pimienta negra molida
Instrucciones
- Precalienta el horno a 220ºC (o 425ºF) y prepara una bandeja. Las patatas caramelizan mejor si se colocan directamente sobre la bandeja, pero puedes forrarla con papel de horno para facilitar la limpieza.
- Pela los boniatos, lávalos bien y córtalos en bastones, como si fueran patatas fritas.
- Coloca los boniatos en un bol junto con el resto de ingredientes y mézclalo todo bien (yo prefiero hacerlo con las manos).
- Extiende los boniatos en la bandeja y hornea durante 20 minutos si los prefieres blanditos o 25 minutos si los quieres crujientes. Ten en cuenta que el tiempo puede variar según tu horno.
Notas
- Para las sobras, guarda los boniatos en un recipiente hermético en la nevera y consérvalos entre 3 y 5 días.
- Si quieres conservarlos más tiempo, congélalos en un recipiente hermético o bolsa de congelación. Duran hasta 3 meses.
- Para recalentarlos, colócalos en el horno a 200ºC (400ºF) durante 5-10 minutos si están en la nevera, o 15-20 minutos si están congelados, sin necesidad de descongelar.